martes, 1 de diciembre de 2009

"...POR OCÉANOS Y BIBLIOTECAS"


A las puertas del Museo Naval de Madrid, buscando a Tánger Soto...




" HE NAVEGADO POR OCÉANOS Y BIBLIOTECAS" (Herman Melville. Moby Dick)



El levante vuelve a soplar y me dicta palabras... Aquí os dejo algo que me susurró...


Hace unos días estuve en mitad del mar, en plena oscuridad, con las luces de faros y boyas que me ayudaban a señalar demoras en la carta. Todo a mi alrededor era una balsa negra que lamía lentamente las amuras, casi sin estrellas y con un tímido trozo de luna que se asomaba entre nubes de ceniza.


Fue entonces cuando me dí cuenta de que el mundo en el que me movía era hostil. Que el peligro estaba en cada punto de la derrota por la que el barco avanzaba. Sin embargo, no estaba solo. Mi conciencia estaba acompañada, alimentada por un ejército que me ayudaba a interpretar mi alrededor de una forma diferente a la llana realidad… Un universo que a bordo de aquel barco me hizo pensar en un Ulises regresando a Ítaca, en un marinero que observa la demencia del capitán Ahab, en cientos de desafortunados que intentaban, allá por Trafalgar, aferrarse a una jarcia que se perdía en el abismo, en un marino que traspasa líneas de sombra, en una singladura junto a Aubrey y Maturin, en una vieja canción en la Taberna del Almirante Benbow, en descifrar latitudes secretas en Cartas Esféricas… Y fue entonces cuando les di las gracias a todos aquellos autores que con sus palabras, sus libros inmortales, han interpretado el mar y la tierra a su manera, transformando sus narraciones en enfilaciones seguras a seguir por los navegantes en un mundo que ofrece tanto peligro como el más negro de los mares.


Gracias a todo aquel que alguna vez se asomó a la orilla de un papel en blanco y con su imaginación otorgó nombre a las sensaciones, describió paisajes indescriptibles y bautizó personajes con nombres que son referencias, rumbos seguros en un compás que gira y gira… Ideales que nos acompañan en forma de verso, de párrafo, de canción o melodía dándole los rumbos al timonel...


Allí, en mitad del mar, les dí las gracias a todos ellos por acompañarme…