lunes, 11 de julio de 2011

Romances de verano


"La teoría de la gravedad de Newton estaba basada en un modelo en el que los cuerpos se atraían entre sí con una fuerza proporcional al cuadrado de la distancia entre ellos"


Stephen W. Hawking


Historia del tiempo



   Ya vienen a verte.
   A camelarte.
   Y es normal, lógico, con lo bonita que te pones por estas fechas, tan dorada tu piel, atractivo tu aire, frescos tus besos.
  
   Y aunque se que es inevitable, los celos corroen mi alma al imaginar todos los que pasarán por tus brazos, a los que regalarás caricias y mimos embelesándolos como sólo tú sabes hacerlo.

   Y esa íntima relación solitaria con la que compartimos los inviernos se desvanecerá como cada verano, aún a sabiendas de que pocos corresponderán el cariño que les regalas; que la mayoría sólo querrá aprovecharse de tí, utilizarte para luego humillarte, disfrutar de tus encantos para más tarde olvidar tu calor.

  Sin embargo, no debes preocuparte...
  Yo estaré aquí para empapar tus lágrimas en los otoños de abandono y calmar las heridas provocadas por la prepotencia y la ignorancia de los que tan sólo ven en tí el efímero placer del momento, dejando sucio tu cuerpo y tu mirada.

   Ten calma...
   Que yo borraré de lágrimas las orillas de tus ojos.
   Que yo seguiré compartiendo contigo mis secretos con cada sol poniente y bailando al son de tus mareas.

   Por eso te pido que sonrías y, como cada año, tengas calma.

   Ten calma, playa...
   Ten calma.